Aunque en el mercado existen otros sistemas, lo cierto es que hoy por hoy, la depilación con cera sigue siendo el sistema más demandado para acabar con el vello. ¿Que si duele, que si apenas dura, que si irrita…?
Todas estas afirmaciones ya forman parte de la historia. Al día de hoy las diferentes fórmulas, cada vez más avanzadas y la técnica de nuestras profesionales, hacen que este tratamiento sea prácticamente indoloro. La depilación con cera es garantía de un resultado impecable y duradero:
Arranca el vello de raíz, tarda tres o cuatro semanas en volver a aparecer y se va debilitando a lo largo de las sucesivas sesiones.
Actualmente realizamos dos tipos de depilación con cera, la cera tibia y la cera caliente:
La cera caliente es el sistema más tradicional. Está elaborada a partir de una resina que le proporciona una consistencia más elástica y cremosa. Es de gran efectividad dado que se adhiere perfectamente a la piel. Presenta la ventaja de facilitar la extracción del vello, ya que produce una pequeña dilatación en el folículo piloso, de esta forma la depilación resulta más suave y prácticamente indolora. La utilizamos para depilar el labio superior y las zonas más delicadas del cuerpo como las axilas, la línea interglútea y las ingles.